Entretanto, ajeno el terruño a todas estas contiendas verbales o no tan verbales entre humanos, seguía éste haciendo lo que mejor sabía hacer, dar vida a sus frutos naturales, que en el caso de los Cerrillos, eran uvas autóctonas de las variedades Tempranillo y Airen y que en sus tiempos algo más modernos, acabaron siendo propiedad de D. Alejandro Montalvo Bustos, patriarca de la familia Montalvo. Fue Alejandro Montalvo, quien con su empuje propio de emprendedores incansables, su arraigada formación de ingeniero industrial del ICAI y su determinado carácter para emprender obras de gran envergadura hizo renacer la bodega de Pago los Cerrillos bajo la enseña de Bodegas Montalvo Wilmot, poniéndola a la postre, en el puesto que le corresponde en el panorama viti-vinícola español.
Asimismo, a unos pocos cientos de kilómetros, y en una suerte de historia paralela, la familia Wilmot, de origen inglés y afincada en Burdeos, fue cuidando los viñedos de uva Merlot que a poca distancia de Saint Émilion y bajo de la Denominación de Origen Fronsac iba a dar origen a la bodega Chateau La Garde que produciría con el tiempo su Grand Vin de Bordeaux, Chateau La Garde Merlot.